Iglesia Evangélica Hispanoamericana de Appleton

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Declaración de Fe

Que Creemos

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Declaración de Fe de la
Iglesia Evangélica Hispanoamericana de Appleton, WI.


1. Las Sagradas Escrituras (La Biblia)
Creemos que las Escrituras del Antiguo y del Nuevo Testamento como fueron escritas originalmente, son inspiradas por Dios. Y Dios, quien es la Verdad, comunicó Su Palabra a través de hombres controlados por el Espíritu Santo a fin de que las Escrituras fueran sin errores y por lo tanto, son la autoridad en todo lo que enseñan y en todos los asuntos que abarcan. Creemos que la Biblia es la revelación suprema de la voluntad de Dios para el hombre y constituye la única guía infalible para la fe y la vida.
Mateo 5:18; Marcos 12:36; Juan 10:34-35; Hechos 1:16; Romanos 3:1-4; Gálatas 3:16; 2 Timoteo 3:16; Hebreos 4: 12; 2 Pedro 1:19-21; Apocalipsis 22:18,19.

2. La Creación
Creemos en la creación directa del universo por parte de Dios, según el relato de Génesis, sin uso de materia preexistente, y aparte de todo proceso de cualquier evolución.
Génesis 1:1-31; Éxodo 20:11; Colosenses 1:16,17; Hebreos 11:3

3. Dios
Creemos en un Dios, el Creador del cielo y de la tierra; y que en la unidad de la Divinidad hay tres personas: el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo, iguales en poder y gloria, y ejecutando oficios distintos y armoniosos en la gran obra de la redención.
Génesis 1:1; Éxodo 20:2, 3; Deuteronomio 4:35; 6:4; 32:39; Salmo 2:7-9; Isaías 45:14; 46:9; Mateo 3:16; 28: 19, 20; Juan 1:1-3;
5:36-40; Romanos1:1- 6; 1Corintios 8:6; Efesios 1:3-10; 4:3-6.

4. Jesús
Creemos que el Señor Jesucristo, el eterno Hijo de Dios, fue concebido por el Espíritu Santo y nacido de la Virgen María. Su nacimiento fue único entre los hombres. El es verdaderamente Dios, siendo "Dios manifestado en carne". El vivió una vida absolutamente sin pecado, y en su muerte hizo una expiación completa y vicaria por nuestros pecados, muriendo, no como mártir, sino como un sustituto voluntario en lugar del pecador. El resucitó de los muertos el tercer día, y ascendió corporalmente al cielo. Creemos en "la esperanza bienaventurada": el regreso personal, e inminente de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, cuando la iglesia será "reunida con Él". (Tito 2:13; Juan 14:1-3; 1 Tesalonicenses 4:13-18; 1 Corintios 15:51-58; 2 Tesalonicenses 2:1-13).
Isaías 7:14; Mateo 1:18-25; 28:6; Juan 1:1; 14: 3; Hechos 15: 16; 1Tesalonicenses 4:16; 2 Tesalonicenses 2:6-8; 1Pedro 2:22; Gálatas 4:4; Lucas 1:35.

5. El Espíritu Santo
Creemos que el Espíritu Santo es una Persona divina poseyendo todos los atributos de la personalidad y la deidad. Es igual al Padre y al Hijo, y es de la misma naturaleza. Su relación al mundo incrédulo es que lo convence de pecado, de justicia y de juicio. Es el agente del nuevo nacimiento y Su obra entre los creyentes es morar en ellos, sellarles, llenarles, guiarles y enseñarles los caminos de la justicia. Creemos que hay una distinción entre el ministerio del Espíritu Santo en el Antiguo Testamento y Su ministerio en el Nuevo Testamento. Hay una obra nueva y única del Espíritu Santo en relación del Cuerpo de Cristo. Creemos que el Espíritu Santo dota a los creyentes con dones para servicio en el momento de la conversión. Dios, sin lugar a dudas, hace milagros hoy día, como respuestas a las oraciones y como manifestación de su soberanía..
Juan 7:39; 14:16,17, 26; Hechos1:5; Romanos 12:3-8; 1 Corintios 12:13; Efesios: 13; Efesios 4:7-11; Hebreos 9:14.

6. El Hombre
Creemos que las Escrituras enseñan que el hombre fue creado por un acto directo de Dios, y no de alguna forma de vida anteriormente existente. Por trasgresión voluntaria, él cayó de su estado de inocencia, y como consecuencia, todos los hombres ahora son pecadores por naturaleza y por voluntad propia, totalmente desprovistos de la santidad requerida por la justicia de Dios, absolutamente inclinados hacia el mal ("La depravación total del hombre"), por lo tanto, bajo la condenación justa del castigo eterno y una eterna existencia separada de Dios sin excusa.
Génesis 1:27; Isaías 53:6; Romanos. 3:23; 5:12-19.

7. La Salvación
Creemos que la salvación es por gracia por medio de la fe, que es Don de Dios, sin mérito, ni virtud o labor del hombre, sino recibida únicamente por medio de la fe personal en el Señor Jesucristo. En Cristo todo verdadero creyente tiene como posesión presente, el don de la vida eterna, la justificación perfecta, la adopción en la familia de Dios, la seguridad de ser libre de toda condenación, y posee todo lo necesario para vivir una vida espiritual de piedad. Creemos que la salvación se efectúa en el espíritu de piedad, y la garantía de Dios de nunca perecer. Creemos que la salvación se efectúa en el espíritu, alma y cuerpo del hombre.
Efesios 2:8,9; Tito 3:5; Juan 1:12; 3:14; 10:28-29; Romanos 8:1; Filipenses 1:6; 1 Tesalonicenses 5:23; Juan 3:16; 1Timoteo 2:4; 1 Pedro 3:9; Romanos 8:28-29; Hebreos 10:34; Apocalipsis 22:17.

8. La Resurrección, la Vida Eterna y la Condenación Eterna
Creemos en la resurrección corporal del justo y del injusto. Todos aquellos que por fe son justificados en el nombre del Señor Jesucristo pasarán inmediatamente, y por la eternidad, en el pleno deleite de la presencia de Dios, todos aquellos que por impenitencia e incredulidad rehúsan aceptar la oferta de misericordia de parte de Dios pasarán la eternidad en juicio eterno.
Salmo 16:11; Mateo 25:46; Juan 5:28, 29; 14:2; Apocalipsis 20:14, 15; 21:4.

9. La Iglesia
Creemos que la Iglesia de Jesucristo, distinta de Israel en el Antiguo Testamento, fue inaugurada en el Día de Pentecostés, y debe ser considerada en dos aspectos: la iglesia local y "la iglesia que es Su cuerpo", mediante la cual Dios ha escogido realizar su obra en el mundo. La iglesia local es una congregación de creyentes bautizados, asociados por un convenio en la fe y la comunión del evangelio, reunidos para el trabajo, la adoración, la edificación y el cumplimiento de la Gran Comisión, observando las ordenanzas de Cristo, gobernados por Sus leyes, y ejercitando los dones y privilegios investidos en ellos por Su Palabra. Bajo la Cabeza que es Cristo, tiene que estar separada del Estado y debe ser libre de cualquier jerarquía externa que comprometa la verdad. Sus oficiales bíblicos son: I- Pastores, también llamados ancianos, y II- Diáconos, cuyos requisitos y deberes son definidos en las epístolas de Timoteo y Tito. La iglesia local debe ser auto sostenida, auto gobernada y auto propagada, congregacional en política, autónoma en naturaleza.
Hechos 2:41-47; Efesios 3:10; Mateo 28:18-20; 1 Timoteo 3; 1 Pedro 5:1-3; Efesios 1:22; Romanos 16:17; 2 Corintios 6:14-17; 1 Timoteo 6:3-5.

10. Las Ordenanzas
Creemos que el bautismo cristiano es la inmersión del creyente en agua una sola vez, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, para demostrar a través de un acto solemne y simbólico su identificación con Cristo, ilustrando la muerte del creyente al pecado y su resurrección a una nueva vida en Cristo. Es requisito previo a la membrecía y los privilegios de la iglesia local. Creemos que la Santa Cena es la conmemoración de la muerte de Cristo hasta que El venga, y debe ser precedida por una autoexaminación solemne. La participación de la Cena del Señor es sólo para creyentes. Las ordenanzas del bautismo y de la Santa Cena deben ser administradas por la iglesia local.
Hechos 8:36-39; Romanos 8:3-5; 1Corintios 11:23-28.

11. En relación a Satanás
Creemos que el diablo existe, que es "el dios de este siglo" y "el príncipe de la potestad del aire", que es lleno de toda asechanza, que busca continuamente frustrar los propósitos de Dios y engañar a los hombres. El Hijo de Dios vino para deshacer las obras del diablo, Satanás fue derrotado por Cristo en la Cruz y condenado a juicio eterno.
1Juan 3:8; 2Corintios 4:4; 11:13-15; Efesios 2:2: Hebreos 2:14; Apocalipsis 12:9.

12. En relación a la Separación Personal
Creemos que el creyente debe estar separado del mundo para Dios, y con la ayuda del Espíritu Santo, andar en amor cristiano y santidad, exhibiendo las cualidades de honestidad, integridad, perdón, y bondad. Creemos además que cualquier logro en la práctica de estas cualidades será manifestado con una humildad sincera y el celo genuino por el avance de la causa de Cristo. Creemos también que las Escrituras amonestan a todos los creyentes a no amar al mundo y las cosas del mundo, sino más bien huir de los deseos malos, evitando toda clase de pecado y absteniéndose de toda práctica dudosa que destruya su testimonio, ofenda a su hermano y no glorifique a Dios.
Proverbios 15:33; Romanos 14:19 - 21; 1Corintios 6:18 -20; 9-13; 10:23, 33; 1Pedro 5:5,6; Gálatas 5:22-25; Efesios 4:32; 5:1,2; 5:7-10; 5:15-20; Filipenses 4:8; 1Tesalonicenses 4:7.

13. En relación a la separación Eclesiástica
Creemos que el creyente debe estar separado de toda apostasía u organización que comprometa la doctrina bíblica. Esta doctrina se basa sobre el eterno principio divino de la división entre la verdad y el error, y su mandato específico de estar separado de incrédulos y de hermanos desobedientes. Esta verdad debe ser practicada con una actitud de consagración a Dios, humildad, compasión, y aún, convicción, para crear la condición y el ambiente propicio para lograr el objetivo principal, la salvación de los perdidos a través del evangelio de Dios. Creemos que las expresiones de fe que involucran a los apóstatas violan los principios enseñados en la Palabra de Dios.
Mateo 10:34-39; 18:15; Romanos 16:17; 1Corintios 5:7-13; 2Corintios 6:14; 11:4; Gálatas 1:8, 9; 1Timoteo 6:3-6; 2 Timoteo 2:16-18; Tito 3:10; 2Juan 9-11.

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