¡Hola! Me llamo Pedro, soy un hombre del campo de las alturas de la sierra madre en México. Estoy recién llegado de mi lugar de origen a vivir y trabajar en Wisconsin. Llegué juntamente con mi señora y mis dos hijos.
No me gusta el frío de Wisconsin pero si me gusta la manera de vivir de la gente.
Soy cristiano y mi familia también y queremos establecernos acá como fieles creyentes en Cristo pero nos causa bastante confusión lo que veo por mí alrededor.
No entiendo muy bien el inglés y a veces me parece que la gente, cuando me ve como extranjero, habla de mi o de mi familia y eso me provoca mucho resentimiento interno. Además sé que en el trabajo me siento discriminado y apartado por temas racistas, aumenta la ira en mi corazón.
Noto también que me paga el salario mínimo y tengo que trabajar duro para hacer alcanzar para las necesidades de la familia. No obstante la vida acá es más fácil que en mi lugar de origen.
En verdad, a veces cuando se junta en mí mente el tema de los resentimientos y la confusión por lo que observo y sufro, pienso que sería mejor volver a mi lugar de origen. Pero por mis hijos, creo que me conviene quedarme.
Parece que todo lo difícil en mi es por actitudes de la gente y mi falta de comprensión de ellas y por no comprender que es lo mejor y lo indicado en mi manera de actuar.
Además veo a mi esposa sufrir por lo mismo y es un consuelo conversar con ella al fin de la jornada.
Mis dos hijos ya asisten a la escuela y parece que ellos están aprendiendo bien el idioma y las lecciones pero a veces hablan entre si en inglés sin decirnos a nosotros lo que están diciendo.
Creo que mi familia en vez de unificarse, está potencialmente desmembrándose por el idioma y la cultura diferente.
La pregunta es, ¿Cómo debería manejar todo estos desafíos sin provocar problemas para mis hijos ni para mi esposa o yo y como fomentar bien la unidad de la familia en un país donde estoy como extranjero.
Quizá los siguientes principios nos ayudarían: Sugieres que busques en tu Biblia los dos versículos que a continuación mencionamos.
Mateo 6:33 nos instruye que el cristiano debería tener los valores de Dios en mente todo el tiempo. Me corresponde reconocer que vivo acá en este mundo con mi vida abierta a Dios y su vista. La escritura nos insta a vivir para Él buscando primeramente Sus objetivos y valores para que sea agradado.
Colosenses 3:23 nos habla de la importancia de cómo realizamos las cosas y hechos en la vida. Dice la Escritura que todo lo que hacemos deberá ser hecho para el Señor y no para nosotros mismos. Somos como mayordomos de las cosas que Dios nos da cada día. Como gastamos nuestro dinero es muy importante para que no tengamos mala consciencia delante de Dios.
Al honrar a Dios en toda la vida y hacer todo para él es un desafío. En verdad, el dinero que Dios nos da no es solamente para devolverles una pequeña parte. Dios es el dueño de todo nuestro dinero y como gastamos el dinero es muy importante. Debemos tener cuidado de no mal gastar dinero en cosas vacías. No vale la pena comprar algo con crédito por que esto podrá esclavizarnos por mucho tiempo. Mejor comenzar cuidadosamente y dentro de nuestro presupuesto e ingresos.
Mejor comprar con mucho cuidado siendo uno que ahorra y que sea una personaos cuidadosa. No debemos endeudarnos malgastando la plata del Señor. Ten mucho cuidado, no comprando cosas lujosas y flamantes cuando podía comprar algo con menos plata que les va a servir por buen tiempo y con mucho menos angustia de corazón.
Veo que el materialismo me ofrece la posibilidad de conseguir muchas cosas que nunca tuve antes. Pero la vida no consiste en tener cosas sino en ser personas honradas viviendo delante de Dios, contentas con lo que tenemos, que sea mucho o poco.
Bueno, espero que estos pequeños consejos míos sean una ayuda para ti al comenzar en este país.
Tú amigo y hermano Pedro