El matrimonio es una relación que tiene prioridad divina sobre la paternidad o sobre la relación con los hijos. ¿Por qué?
1. Por el orden de la creación: Gn 1 y 1Corintios 11, muestran que al crear, el orden de Dios es significativo y nos enseña siempre. Los apóstoles y también Jesús (Mat. 5 y 6) lo enseñan, por tanto, el que Dios creara primero la institución matrimonial y estableciera la relación de los cónyuges primero, fundamenta la prioridad de esa ante la relación padre-hijos.
2. Por el papel de los hijos en el matrimonio: Las Escrituras enseñan que los hijos son bendiciones añadidas de Dios. Gn 1:28; 1Samuel 1 y varios Proverbios además, son la base para la enseñanza que los hijos son regalos al matrimonio y no el propósito principal de este. Hay matrimonios que nunca tendrán hijos.
3. Por la transitoriedad de nuestra relación con los hijos: La frase "dejará el hombre a su padre y a su madre" hace la presencia de los hijos en la familia transitoria y "hasta que la muerte los separe" hace al matrimonio con perspectivas eternas (hablando terrenalmente).
4. Por la regulación de la Ley moral de Dios: El cuarto mandamiento sujeta a una relación paternal bajo la relación conyugal (Éxodo 20: 5). Por la influencia formativa de los padres sobre los hijos. Efesios y Colosenses enseñan, que son los padres en su relación quienes deben formar a los próximos candidatos a miembros de nuevas familias, de modo que implícitamente está subordinando la relación paternal a la conyugal.
David Cutie